Aquí estamos una entrada más, hijos míos, para hablaros precisamente de eso, de la descendencia, de los vástagos, de los retoños, ¡de los pimpollos! Porque dicen que los hijos vienen con un pan debajo del brazo, aunque no sabemos si se lo da el médico según sale del vientre de la madre o ya lo sacan ellos del horno, provocando los típicos dolores del parto. Muchos son los tipos de hijos que hay en esta vida, están aquellos por los que algunos MA-TAN y también aquellos a los que matarías. Por otra parte tendríamos a los hijos de un can, que comúnmente llamamos hijos de perra (¿podríamos llamarlos canijos?). De todos ellos, desde aquí nos quedamos con los más rebeldes, que son claramente los Hijos de la Anarquía (Sons of Anarchy).
Hablamos pues de una gran familia (y no, no es la de los Ruíz Mateos) en la que los juegos entre hermanos distan mucho de ser juegos infantiles. Y a pesar de ser hermanos, en esta serie todo va sobre ruedas, sobre dos ruedas concretamente, ya que se trata de una banda de moteros de los de toda la vida, con sus chaquetas de cuero, sus tatuajes y sus borracheras. Puro olor a gasolina y whiskey que se palpa en cada fotograma de esta gran serie norteamericana creada por Kurt Sutter.
La serie se centra en la vida del club de moteros SAMCRO (acrónimo de Sons of Anarchy Motorcycle Club, Redwood Original) o Sam Crow, que controla el pequeño pueblo de Charming en EEUU. Aquí tienen su sede principal encubierta por un taller de mecánica donde trabajan la mayoría de sus miembros, aunque los negocios que realmente dan dinero a esta peculiar familia son los de tráfico de armas, extorsión, sobornos y violencia, mucha violencia (insistimos, no son los Ruíz Mateos ni los Gil ni ninguno de esos). Eso sí, no trafican con drogas, que son muy malas (si es que son unos buenazos…), y andan a la gresca con varias bandas rivales: los “Mayans”, una banda de mexicanos; los “Nords” de ideología neonazi que lucha por la supremacía blanca; o los “One-Niners”, una banda callejera de afroamericanos.
Aparte de las mencionadas, también aparecen en la serie miembros del “IRA auténtico” que les proveen de armas o la Liga de los Nacionalistas Americanos (LOAN) de ideas separatistas. SAMCRO a través de su líder Clay Morrow (Ron Perlman) no tiene problema alguno en hacer tratos con cualquiera de las otras bandas siempre que el dinero esté presente, cosa que les acabará metiendo en más de un lío. Además cuentan con la inestimable ayuda de la policía local de Charming, ya que su jefe Wayne Unser (Dayton Callie) colabora encubriéndoles para evitar mayores problemas en el pueblo (claro, qué más da unas cuantas muertes, explosiones o peleas mientras pueda ir a la barbería los Domingos por la mañana sin que me molesten).
El protagonista principal de la serie es Jax (Charlie Hunnam) que es el hijo de Gemma y del difunto John Teller (hijastro de Clay, con quien se casa Gemma tras la muerte de John). Jax es el vicepresidente de SAMCRO y choca constantemente con las decisiones de su jefe y padrastro Clay. Tras descubrir un manuscrito que dejó su padre, Jax comienza a plantearse los actos del club y a alejarse del resto de hermanos (madre mía si parece una telenovela, y eso que no hemos hablado de las novias ni de por qué no se cambia de ropa nunca el chaval).
Es muy complicado destacar personajes en esta serie, ya que todos están a un gran nivel, desde la matriarca del club Gemma Teller Morrow (Katey Sagal) que nos embauca con su fuerte personalidad y presencia a pesar de la edad, pasando por Bobby Elvis (Mark Boone Jr.) con sus imitaciones de El Rey del Rock, Opi (Ryan Hurst) el mejor amigo de Jax, Tig (Kim Coates) el hombre sin escrúpulos pero con una curiosa fobia que no desvelaremos o Chibs (Tommy Flanagan) el Irlandés del grupo.
Tres temporadas impecables que nos hacen querer ser moteros (a pesar de la gran carga de violencia, sexo y alcohol…o quizás por eso). En breve se estrenará en USA la cuarta temporada que esperemos nos siga haciendo disfrutar como lo ha hecho hasta ahora.
¿Dónde habéis dejado la Harley?