La vuelta de True Blood ha traído para nosotros más tomate, aunque bastante aguado. Más bien, por lo visto en los dos primeros capítulos de la cuarta temporada, ese tomate debe ser transgénico o de invernadero, porque sí que tiene mucho color, pero poco o nada de sabor.
Los primeros minutos del regreso de esta vampírica serie nos llevan a un mundo de hadas madrinas y duendes que se comen las bombillas de bajo consumo que nos prometieron en su día, o unos melocotones muy brillantes, o algo por el estilo. En teoría nada es lo que parece ser para los protagonistas, pero para los espectadores (o al menos para nosotros), sí que es exactamente lo que parece, una fantasmada en la que Sookie (Anna Paquin) podría ser una versión para adultos de Campanilla.
Pero no acaba todo ahí, porque además en Bon Temps ahora nos vamos a encontrar con un bebé maléfico (aunque lo único que ha hecho hasta ahora es babear un poco el pobre), que nos desvelará una sobreactuación bastante poco creíble de Carrie Preston; varias, de momento, innecesarias escenas de retozantes cambia-formas en la noche americana; aquelarres de brujas sin verruga en la nariz pero con pajarillos zombies; o una extraña historia de panteras y niños comiendo carne cruda.
Pero no os desaniméis que esto acaba de empezar, y ya hemos comprobado en otras ocasiones que en un par de capítulos se puede revivir una serie. Aunque teniendo en cuenta que en esta hay gente muerta, lo de la resurrección no nos suena muy creíble por aquí.
Vale, sabemos que es bastante duro este post, pero sinceramente nos esperábamos un poco más
¿Revivirán estos seres de otros mundos?
¿En algún momento saldrán nazis?
ResponderEliminarNo es descartable, amigo, de hecho en SeronoSerie nos preguntamos ¿para cuando un cameo de Marujita Díaz? ¿y del po zí?
ResponderEliminar