martes, 22 de noviembre de 2011

Mucho coco


Hola amigos, hoy os vamos a enseñar la diferencia entre cerca y lejos…no, no, a ver, que se nos pira la pinza. A pesar de nuestro eterno amor a SuperCoco, no es de este entrañable personaje azul de quien queríamos hablar. Y es que un supercoco no es solo un coco de tamaño descomunal con el que hacer cientos de galletitas de las que no se come nadie en los surtidos Cuétara, ni siquiera es un coco con capa y calzoncillos rojos que puede volar, no queridos, en este post que nos ocupa un supercoco es el cerebro del protagonista de la serie The Mentalist (El Mentalista).

 
Desde que somos niños estamos predestinados a aborrecer el coco. Ya nuestras madres nos atemorizaban diciéndonos eso de “que viene el coco” si no nos queríamos ir a la cama (hubiera sido igual de efectivo que te intimidaran haciendo que te comieras un coco sin pelar). Incluso han llegado a darse casos de miedo a las gallinas y los gallos por ese cacareo inquietante cocococo… realmente escalofriante. Hasta tenemos un insecto que se llama coco (el gorgojo), con el que igualmente podríamos asustar a los críos. Que rico es el lenguaje español y que poco rico que nos resulta el coco a algunos (será que no tenemos mucho coco). ¡Pero basta de comernos el coco con este tema! 


El mentalista es una serie americana de la cadena CBS creada por Bruno Heller y que ha tenido un éxito increíble en los televisores americanos y españoles (lo emite La Sexta desde 2009). Esta producción camina ya por su cuarta temporada, y es que parece que los guionistas han descubierto la fórmula del éxito y siguen generando la suficiente audiencia como para renovar otro año. A pesar de ello, la trama principal no nos termina de convencer por muchos giros “inesperados” que le quieran dar. Pero bueno, la resolución de los casos de cada episodio nos sigue entreteniendo.

La serie gira en torno a Patrick Jane (Simon Baker), un médium televisivo que después de criticar en un programa al asesino en serie Red John, ve como su mujer e hija son asesinados por él. Tras esto decide dar caza y captura a su desde entonces archienemigo y se une al CBI (California Bureau of Investigation) como consultor en la resolución de casos de asesinato dadas sus habilidades como mentalista y su eficaz atención a los detalles. En principio su personalidad socarrona nos recordaba al también televisivo Dr. House, aunque no le llega a alcanzar.

Del resto del reparto destacaríamos sobre todo a Cho Kimball (Tim Kang) por sus habilidades para interrogar y su gélido gesto. Le acompañan Wayne Rigsby (Owain Yeoman) el bonachón y musculoso miembro del equipo; Grace Van Pelt (Amanda Righetti) la más joven del grupo, suele quedarse haciendo labores de investigación y rastreo en la oficina (según avanzan las temporadas le dan algo más de protagonismo); y Teresa Lisbon (Robin Tunney) la jefa de todos ellos, que hace todo lo que puede para intentar controlar a Patrick, aunque no lo suele conseguir. En general buen reparto e interpretaciones de bastante nivel.

¿Cómo tenéis el coco?



viernes, 18 de noviembre de 2011

¡Bingo!


Preparad los cartones que arrancamos enseguida. Ceniceros humeantes, copas de anís en las mesas, silencio tenso…¡setenta y cinco, siete, cinco! Se echan de menos esos bingos de antes llenos de esperanza y rencor, de nicotina y alcohol, de Pajares y Esteso…Porque es una experiencia única eso de estar esperando que salga tu número, ser el elegido (Neo fue el primer binguero moderno). Y precisamente a eso se dedican los personajes de los que hablaremos hoy, a esperar a que salga un número. Hablamos, claro, de Person of interest.

Bonito y olvidado, el arte de girar el bombo nos deja momentos de gran alegría (como ver a la azafata del telecupón decidirse entre si es un seis o un nueve) o de gran tristeza (con esos bingos caseros que te hacen perseguir las bolas por el salón como si fueras un hipopótamo del tragabolas). Además, este maravilloso juego de azar nos ha ayudado a desarrollar nuestros sentidos, afinamos el oído y la vista para ver la siguiente bola, nos hace multitarea al tachar números de siete cartones a la vez y encima las copas son baratas ¡que chollo!

Person of interest es una serie Americana de la CBS creada por J. J. Abrams y Jonathan Nolan, duchos ya en las artes de la pantalla, ya sea televisión o cine, en la que ya nos han regalado otras joyas. Su historia nos plantea la posibilidad de predecir futuros crímenes para intentar evitar que ocurran (un poco al estilo Minority Report), que aunque no del todo original si trae un poco de aire fresco al ya saturado mundo de las series en el que está casi todo visto.

El primer capítulo nos habla de cómo tras el 11-N se crea una máquina al estilo “Gran Hermano” que tiene ojos y oídos en todos lados y nos vigila constantemente. Este invento de Mr. Finch (Michael Emerson), un billonario americano, es capaz de predecir ataques terroristas antes de que se produzcan. Pero no sólo eso, además puede ver también otros “pequeños” crímenes, pero éstos son desechados cada noche y borrados por la máquina. Para evitar que esos datos se pierdan, Finch crea un sistema indetectable por el que consigue el número de la seguridad social de las personas involucradas en esos crímenes. Es entonces cuando entra en escena John Reese (Jim Caviezel), antiguo agente de la CIA al que contrata el misterioso billonario para que le ayude a impedirlos. Eso sí, sólo atenderán los casos de los números que sean de personas de interés.

Presentada en capítulos de 45 minutos, es una muy interesante propuesta de entretenimiento con actuaciones a la altura de lo esperado en los dos protagonistas principales (aunque es inevitable quitarnos de la mente a Ben  Linus cada vez que Emerson sale en pantalla). De momento parece que la primera temporada estará completa, aunque habrá que esperar a ver si firman una segunda. En España se ha empezado a emitir por La Sexta, que no suele tener mal gusto a la hora de elegir las series (aunque acabe quemándolas a base de repetir capítulos constantemente).

¿Habéis cantado línea?


viernes, 4 de noviembre de 2011

Zapatero a tus zapatos


Aunque pueda parecerlo, amigos de seronoserie, no estamos haciendo ninguna alusión en forma de despedida al todavía presidente del Gobierno, no. Esta vez nos abrazamos al refranero español para referirnos a aquellos que hablan de temas que desconocen, cosa por otra parte muy común en nuestro país. Porque además de hablar de todo sin saber de nada, somos muy dados a doctorarnos en cualquier profesión conocida y por conocer. Así tenemos al que no terminó la EGB pero es periodista reputado (¿reputado o repudiado?), el que sabe poner dos ladrillos que se mete a cantante, o el que sabe leer y escribir y se mete a político (suficiente para contar los billetes y firmar papeles). Por eso, desde aquí recomendamos que cada cual se dedique a lo que sabe, como hacen los chicos de Breakout Kings.

Porque qué mejor persona para atrapar a un ladrón que alguien que piense igual (no nos referimos a un político, malpensados). Con esa filosofía aquí en España estamos sobrados de detectives. Que se fuga Roldán, no pasa nada, llamamos a “El Dioni” para que nos ayude a capturarlo. Si el que se escapa es Julián Muñoz, dado que ya no tenemos a Gil entre nosotros (o sí), echaríamos mano de la Pantoja, por ejemplo. Lo dicho, si quieres un trabajo bien hecho llama a un profesional del campo (y no hablamos de una pilingui ¿eh?).

Esta serie americana creada por Nick Santora y Matt Olmstead, da una vuelta de tuerca más a las series de policías. Aquí un equipo de los Marshal crea un grupo especial de trabajo para capturar a convictos dados a la fuga, Tan especial, que se trata de tres prisioneros de una cárcel de máxima seguridad que prestarán sus conocimientos del crimen para atrapar a los fugitivos. Pero esto no lo hacen gratuitamente, claro, ya que además de trasladarles a mínima seguridad, por cada caso que resuelvan se les reduce un mes de condena. Eso sí, si se les ocurre intentar escaparse volverían a la prisión en la que estaban y se les doblaría la pena que tuvieran. Buen trato si eres capaz de evitar las tentaciones…

Entre los actores y actrices no destacaríamos a nadie por encima del resto, ya que todos tienen una interpretación bastante correcta. El jefe de toda esta banda es Charlie Duchamp (Laz Alonso) que debido a un problema cardíaco se ve apartado a trabajo de oficina. Junto a él tenemos a Ray Zancanelli (Domenick Lombardozzi) de modales un tanto rudos, al que le quitaron su placa por robar dinero de una escena de un crimen. Y su ayudante Julianne "Jules" Simms  (Brooke Nevin) con aspiraciones a la policía, pero rechazada por desórdenes psicológicos. En la parte de los criminales están el experto en “la calle” Sean "Shea" Daniels (Malcolm Goodwin), la rastreadora Erica Reed (Serinda Swan) que ha sido cazarrecompensas, y el Dr. Lloyd Lowery (Jimmi Simpson) niño prodigio y experto en el comportamiento humano.

Recomendable serie por la novedad estructural, tiene prevista su segunda temporada para el 2012. Los seguidores de Prison Break se encontrarán en uno de los capítulos con la presencia de Theodore "T-Bag" Bagwell (Robert Knepper) dejando su ya habitual rastro de terror (los productores de ambas series son los mismos). Como siempre os recomendamos verla en V.O.

¿Os habéis dado a la fuga?


lunes, 12 de septiembre de 2011

El juego de las sillas


Atentos amigos y amigas, que en cuanto pare la música el que no tenga silla se queda fuera. Ya desde pequeños nos van entrenando. Esto es la ley de la selva y solo los más fuertes seguirán adelante, o en este caso los que tengan más culo (vamos que Celia Cruz era la reina de este juego en sus días). Y es que las elecciones a la presidencia se deberían decidir así, con el juego de las sillas (total nos van a seguir jodiendo igual) o a carreras de culos al estilo de María Jiménez, arrastrándose por el suelo con el impulso del trasero (por lo menos más divertido sería). Pero si de luchas, de carreras y de sillas hablamos, que mejor que fijarnos en Game of Thrones (Juego de Tronos).

Mucho se ha hablado de sillas y tronos a lo largo de la historia. Nos viene a la mente la “sillita de la reina” que nunca se peina o la silla de Felipe II en El Escorial, que no deja de ser un trono de piedra. Aunque trono y de Roca lo tenemos cada uno en nuestra casa, y allí sí que somos los reyes. Y esto no es algo que nos atraiga al llegar a la edad adulta, porque ya de pequeños ponemos a los niños en sus tronas y sillas imperiales para que coman a la mesa, y además les prestamos toda nuestra atención y servidumbre, por lo que nuestra teoría es que nos educan para ser monarcas, aunque acabemos siendo siervos en la mayoría de los casos.

Esta serie es una creación David Benioff y D. B. Weiss para HBO que está basada en las novelas “Canción de hielo y fuego” de George R. R. Martin. En ella nos cuentan las cruentas luchas que se libran entre varias familias de nobles para hacerse con el control del Trono de Hierro, en el continente de Poniente. Grandes dosis de acción y fantasía que nos llevan a un mundo en el que la espada es la que gobierna sobre las palabras.

A lo largo de la primera temporada nos presentan varios hilos argumentales. Por un lado la familia Targaryen sella una alianza mediante el matrimonio de Daenerys con el líder de los dothraki, Khal Drogo, para poder así recuperar el trono que les arrebató Robert Baratheon. En el norte, en el gran muro de hielo está la Guardia de la noche, que se enfrenta a la llegada del invierno y con ello a extrañas criaturas de los territorios del exterior. Y por último, la familia de los Stark de Invernalia, cuyo líder Eddar (Ned) se ve obligado a sustentar el título de Mano del Rey en la capital de los siete reinos (Desembarco del Rey) donde se enfrentará a la familia Lanister y sus secretos.

Entre los personajes que más destacan nos quedamos con Sean Bean como Eddard «Ned» Stark (visto en El Señor de Los Anillos, no desentona en este tipo de papeles) que es el Señor de Invernalia. Mark Addy como Robert Baratheon, el rey de los siete reinos y amigo íntimo de Eddard. Emilia Clarke como Daenerys Targaryen, la a priori débil e inocente sucesora por derecho al trono, que va forjando su carácter desde su unión con los dothraki. O Jason Momoa como Khal Drogo, el hipermusculado líder de los dothraki, pueblo amante de los caballos y los saqueos. 

Una gran ambientación y escenarios de Nueva Zelanda y Europa, consiguen que esta serie nos mantenga pegados a la pantalla. Buena dirección que hace que nos familiaricemos con su historia y lenguas (ayuda que en el opening te muestren el mapa ficticio del continente). Finalizada la primera temporada de 10 capítulos, tuvo tal éxito con el primer episodio, que se firmó una segunda (se espera para Abril de 2012).

¿Queréis el trono?


lunes, 5 de septiembre de 2011

En el aire


Uno de los grandes anhelos del hombre desde sus orígenes es estar en el aire, flotar, volar. Muchos ya lo han conseguido, aunque con ayuda de sustancias psicotrópicas, así que eso es trampa. Otros se han roto la cabeza (literalmente) inventando aparatos que nos permitan surcar los cielos. Algunos incluso se han reencarnado en golondrinas y vencejos o han hecho algún que otro viaje extracorpóreo para saber lo que se siente. Y es que, amigos, el amor está en el aire como ya nos cantaba Barry White. De todas formas, los que sí que están acostumbrados a estar “en el aire” cada semana son los personajes de Studio 60: on the sunset strip.

Y es que el aire no deja de ser oxígeno, nitrógeno y argón, sin forma definidaaaaaa (vale, ya dejamos las referencias musicales), aunque en Madrid capital yo apostaría a que algo más lleva, porque ese color negruzco de la boina no puede ser muy bueno. Además hay muchas clases de aire, como el aire frío, el caliente, el aire acondicionado, el aire de grandeza que tienen algunos…Pero el aire, ante todo, es la forma en que se seca el macho ibérico en las playas de Benidorm.

Esta serie estadounidense creada por Aaron Sorkin para la NBC, nos lleva al mundo de la televisión y en concreto a lo que está detrás de las cámaras, contándonos cómo se gesta un programa que se va a emitir en directo y las relaciones de todos sus integrantes. Una serie bastante coral y que desprende el estilo de su creador, recordándonos muchas veces a The West Wing (El Ala Oeste de La Casa Blanca) por la velocidad de sus diálogos y esos planos secuencia maravillosos recorriendo, en este caso, todo el plató de televisión.

Los protagonistas principales están realmente brillantes en sus actuaciones. Destacamos al dúo formado por Matt Albie (Matthew Perry), guionista sarcástico que se hará cargo de la dirección del programa, y Danny Tripp (Bradley Whitford) productor del programa que había abandonado el mundo de la televisión por el cine, pero que por culpa de su adicción a la cocaína tiene que dejar la gran pantalla y volver a la pequeña. Como curiosidad, Bradley ya había trabajado con Sorkin haciendo un espléndido papel en El Ala Oeste. Alrededor de este dueto está Jordan McDeere (Amanda Peet) la nueva directora de la cadena que busca reinventarla con shows de mayor calidad, aunque no puede evitar meterse en numerosos líos por no saber callarse a tiempo.

No podemos olvidarnos de los fantásticos secundarios como Harriet Hayes (Sarah Paulson), antigua novia de Matt y actriz de convencidas creencias cristianas que chocarán con el resto de sus compañeros y de guionistas por el contenido de algunos sketches, o Jack Rudolph (Steven Weber) que es la mano derecha del presidente de la cadena y que mantiene un pulso constante tanto con Danny como con Jordan por los contenidos del programa y la forma de llevar el mismo.

A pesar de las buenas críticas y de la notable calidad de la serie, ésta fue cancelada en 2007 quedando con una única temporada de 22 capítulos. Muy recomendable verla en V.O. aunque es difícil de seguir incluso con subtítulos ya que, como suele ser habitual en Aaron Sorkin, los diálogos además de buenos, son vertiginosos.

¿Estamos en el aire?


PD: Digno de mención nos parece el comienzo de la serie con el monólogo frente a la cámara de Wes Mendell (Judd Hirsch) cuando le censuran un sketch.

martes, 23 de agosto de 2011

Todos para uno...


Bienvenidos de nuevo mosqueteros y mosqueperros varios. Esgrimid vuestras espadas y preparaos para una nueva entrega de Ser o no Serie. Porque, espadachines de la red, esta entrada, como no podía ser de otra forma, no va a hablar de los personajes de Dumas, ni de sus perrunos álter ego de dibujos animados. Eso sí, hablaremos de una historia de aventuras y acción, sin cardenales (de los del Papa, de los que salen por los golpes sí) ni princesas (ni si quiera la princesa del pueblo, aunque salga hasta en la sopa), pero que tiene presente el concepto de “Todos para uno y uno para todos” en las carnes del protagonista. Nos referimos a la serie Human Target (Escudo Humano).

Rodeado de un grupo de élite, al más puro estilo Equipo A, pero sin campesinas en apuros ni camionetas repletas de sureños armados con rastrillos y escopetas, el protagonista de esta serie bien podría ser un McGyver de la vida, pero que ha sido entrenado por Chuck Norris (esperamos que no nos ataque con patadas voladoras por usar su nombre). Cara curtida por la vida y mirada de hielo, como Clint Eastwood (bueno, ya le gustaría ser como Clint), entrenado en múltiples técnicas de ataque, como Jason Bourne, experto en el engaño y el disfraz, como Mortadelo… ya sabéis, si tenéis algún problema, quizás podáis contratarle.

Esta serie de acción creada por Jonathan E. Steinberg para la Fox, está basada en el cómic de mismo nombre Human Target de Len Wein y Carmine Infantino. Se centra en la vida de Christopher Chance (Mark Valley), un guardaespaldas bastante especial, que se dedica a los casos más complicados, en los que para proteger a sus clientes se mete de lleno en sus vidas haciendo de “escudo humano” como dejan bien claro en el título. Para ello no dudan en traspasar los límites de la legalidad y usar todos los recursos necesarios para completar con éxito su misión.

El grupo está formado por Winston (Chi McBride), un ex detective del departamento de policía de San Francisco, que se convierte en el socio de Chance; Guerrero (Jackie Earle Haley) un asesino a sueldo, inteligente y calculador que no hace muy buenas migas con Winston, pero que siempre está cuidando las espaldas de sus compañeros; Ames (Janet Montgomery) una hábil ladrona que se une al grupo porque Winston intenta que enderece su vida (vaya forma de enderezarla); e Ilsa Pucci (Indira Varma) una viuda multimillonaria que, tras ser cliente de Chance y ser salvada por éste, se convierte en socia aportando su capital a la empresa e intentando que no se salga de los límites de la ley.

Estamos ante una serie muy entretenida, en la que, para nosotros, destaca la figura del genial Guerrero, un personaje lleno de ironía y de violencia que contrasta muy bien con la seriedad del gigantesco Winston. La serie, en cualquier caso, solo tiene dos temporadas, ya que al finalizar la segunda fue cancelada por la cadena.

¿Necesitáis un guardaespaldas?


jueves, 4 de agosto de 2011

Medio lleno o medio vacío


Cada uno cuenta la feria según le ha ido. Porque amigos, optimistas o pesimistas, todo depende de cómo se mire. Y es que no es lo mismo subir a tender que tender a subir, no es lo mismo dos tazas de té que dos tetazas, no es lo mismo ser que estar (¡uy! ¿eso no era una canción de Alejandro Sanz?). A lo que vamos, que siempre podremos ver el vaso medio lleno o medio vacío, aunque lo importante es que tenga algo, no vayamos a terminar viviendo una etapa de ley seca como los personajes de la serie Boardwalk Empire.

Poco futuro tendría la “prohibición” aquí en España, con lo que nos gusta la fiesta y la noche. Seguro que no tardaría mucho en surgir un Barón de la Birra a lo Homer Simpson, que nos proporcionara el néctar destilado de su alambique casero (Masiel ya se ha presentado candidata y se está haciendo un disfraz con capa y todo). Además entre los bares que ya tenemos, que no son pocos, y los bares clandestinos que surgirían (hay alguno que por la pinta ya parece clandestino) no tendríamos espacio y necesitaríamos invadir algún país.

Más allá del alcohol, la historia se centra en la vida de Enoch "Nucky" Thompson (fantástico Steve Buscemi), un político de grandes influencias en Atlantic City durante la época de la ley seca (1920 a 1930). Siempre con la figura de Nucky en primer plano, vamos descubriendo cómo las actividades ilegales, el contrabando y la política se mezclan irremediablemente con su vida privada, y así, acompañados de una excelente ambientación y grandes actuaciones, ante nuestros ojos van pasando gangsters, mafiosos, agentes del gobierno, policías y políticos.

Esta fenomenal serie creada para HBO por Terence Winter (productor de Los Soprano) está basada en el libro “Boardwalk Empire: The Birth, High Times, and Corruption of Atlantic City” de Nelson Johnson y cuenta con la inestimable presencia como productor ejecutivo de Martin Scorsese (que además dirige el primer episodio) y de Mark Wahlberg. Toda una declaración de intenciones.

Aunque destaca sobre todos los demás un espléndido Steve Buscemi, no nos podemos olvidar de el resto de personajes secundarios que completan un elenco brillante y bien seleccionado. Entre todos destacamos a James "Jimmy" Darmody (Michael Pitt) que es el protegido de Nucky, Nelson Van Alden (Michael Shannon) un agente del departamento del Tesoro que persigue el contrabando, o la brillante Margaret Schroeder (Kelly Macdonald) una inmigrante Irlandesa que aparece de repente en la vida de Nucky.

La serie, que irrumpió con fuerza en las pantallas de todo el mundo ha sido galardonada con multitud de premios, y no es para menos, por lo que era lógico que se firmara una segunda temporada, como así ha sido. Desde aquí no nos queda otra que esperar impacientes su llegada  a nuestras pantallas.

¿Un traguito?

jueves, 21 de julio de 2011

Los hijos


Aquí estamos una entrada más, hijos míos, para hablaros precisamente de eso, de la descendencia, de los vástagos, de los retoños, ¡de los pimpollos! Porque dicen que los hijos vienen con un pan debajo del brazo, aunque no sabemos si se lo da el médico según sale del vientre de la madre o ya lo sacan ellos del horno, provocando los típicos dolores del parto. Muchos son los tipos de hijos que hay en esta vida, están aquellos por los que algunos MA-TAN y también aquellos a los que matarías. Por otra parte tendríamos a los hijos de un can, que comúnmente llamamos hijos de perra (¿podríamos llamarlos canijos?). De todos ellos, desde aquí nos quedamos con los más rebeldes, que son claramente los Hijos de la Anarquía (Sons of Anarchy).

Hablamos pues de una gran familia (y no, no es la de los Ruíz Mateos) en la que los juegos entre hermanos distan mucho de ser juegos infantiles. Y a pesar de ser hermanos, en esta serie todo va sobre ruedas, sobre dos ruedas concretamente, ya que se trata de una banda de moteros de los de toda la vida, con sus chaquetas de cuero, sus tatuajes y sus borracheras. Puro olor a gasolina y whiskey que se palpa en cada fotograma de esta gran serie norteamericana creada por Kurt Sutter.

La serie se centra en la vida del club de moteros SAMCRO (acrónimo de Sons of Anarchy Motorcycle Club, Redwood Original) o Sam Crow, que controla el pequeño pueblo de Charming en EEUU. Aquí tienen su sede principal encubierta por un taller de mecánica donde trabajan la mayoría de sus miembros, aunque los negocios que realmente dan dinero a esta peculiar familia son los de tráfico de armas, extorsión, sobornos y violencia, mucha violencia (insistimos, no son los Ruíz Mateos ni los Gil ni ninguno de esos). Eso sí, no trafican con drogas, que son muy malas (si es que son unos buenazos…), y andan a la gresca con varias bandas rivales: los “Mayans”, una banda de mexicanos; los “Nords” de ideología neonazi que lucha por la supremacía blanca; o los “One-Niners”, una banda callejera de afroamericanos.

Aparte de las mencionadas, también aparecen en la serie miembros del “IRA auténtico” que les proveen de armas o la Liga de los Nacionalistas Americanos (LOAN) de ideas separatistas. SAMCRO a través de su líder Clay Morrow (Ron Perlman) no tiene problema alguno en hacer tratos con cualquiera de las otras bandas siempre que el dinero esté presente, cosa que les acabará metiendo en más de un lío. Además cuentan con la inestimable ayuda de la policía local de Charming, ya que su jefe Wayne Unser (Dayton Callie) colabora encubriéndoles para evitar mayores problemas en el pueblo (claro, qué más da unas cuantas muertes, explosiones o peleas mientras pueda ir a la barbería los Domingos por la mañana sin que me molesten).

El protagonista principal de la serie es Jax (Charlie Hunnam) que es el hijo de Gemma y del difunto John Teller (hijastro de Clay, con quien se casa Gemma tras la muerte de John). Jax es el vicepresidente de SAMCRO y choca constantemente con las decisiones de su jefe y padrastro Clay. Tras descubrir un manuscrito que dejó su padre, Jax comienza a plantearse los actos del club y a alejarse del resto de hermanos (madre mía si parece una telenovela, y eso que no hemos hablado de las novias ni de por qué no se cambia de ropa nunca el chaval).

Es muy complicado destacar personajes en esta serie, ya que todos están a un gran nivel, desde la matriarca del club Gemma Teller Morrow (Katey Sagal) que nos embauca con su fuerte personalidad y presencia a pesar de la edad, pasando por Bobby Elvis (Mark Boone Jr.) con sus imitaciones de El Rey del Rock, Opi (Ryan Hurst) el mejor amigo de Jax, Tig (Kim Coates) el hombre sin escrúpulos pero con una curiosa fobia que no desvelaremos o Chibs (Tommy Flanagan) el Irlandés del grupo.

Tres temporadas impecables que nos hacen querer ser moteros (a pesar de la gran carga de violencia, sexo y alcohol…o quizás por eso). En breve se estrenará en USA la cuarta temporada que esperemos nos siga haciendo disfrutar como lo ha hecho hasta ahora.

¿Dónde habéis dejado la Harley?


martes, 12 de julio de 2011

Más tomate

La vuelta de True Blood ha traído para nosotros más tomate, aunque bastante aguado. Más bien, por lo visto en los dos primeros capítulos de la cuarta temporada, ese tomate debe ser transgénico o de invernadero, porque sí que tiene mucho color, pero poco o nada de sabor.

Los primeros minutos del regreso de esta vampírica serie nos llevan a un mundo de hadas madrinas y duendes que se comen las bombillas de bajo consumo que nos prometieron en su día, o unos melocotones muy brillantes, o algo por el estilo. En teoría nada es lo que parece ser para los protagonistas, pero para los espectadores (o al menos para nosotros), sí que es exactamente lo que parece, una fantasmada en la que Sookie (Anna Paquin) podría ser una versión para adultos de Campanilla.

Pero no acaba todo ahí, porque además en Bon Temps ahora nos vamos a encontrar con un bebé maléfico (aunque lo único que ha hecho hasta ahora es babear un poco el pobre), que nos desvelará una sobreactuación bastante poco creíble de Carrie Preston; varias, de momento, innecesarias escenas de retozantes cambia-formas en la noche americana; aquelarres de brujas sin verruga en la nariz pero con pajarillos zombies; o una extraña historia de panteras y niños comiendo carne cruda.

Pero no os desaniméis que esto acaba de empezar, y ya hemos comprobado en otras ocasiones que en un par de capítulos se puede revivir una serie. Aunque teniendo en cuenta que en esta hay gente muerta, lo de la resurrección no nos suena muy creíble por aquí.

Vale, sabemos que es bastante duro este post, pero sinceramente nos esperábamos un poco más

¿Revivirán estos seres de otros mundos?


viernes, 8 de julio de 2011

Verde que te quiero verde

Hola eco-lectores y recolectores varios. Dicen que el verde es el color de la esperanza (el de la “Espe” no, que ese es más bien azul), aunque nosotros lo relacionamos más con los tercios de Heineken. Estamos en una época en que lo verde mola, a excepción de las películas de Hulk. Veneramos a nuestra madre tierra y cuidamos de ella nutriéndola con chapapote, vertidos tóxicos, fusiones nucleares y demás golosinas que sin nosotros no podría disfrutar. Aún así, la naturaleza nos obsequia con sus plantas verdes para nuestro disfrute, como nos demuestran en la serie Weeds.

Así que nada de chistes verdes, ni de viejos verdes al estilo de las películas de Paco Martínez Soria. Aquí nos centramos en el Gigante verde o en los pequeños hombrecitos verdes, que gracias a esas hojas verdes que se convierten en humo, algunos conocen. Eso sí, como en siempre todo se reduce a los billetes verdes.

Esta serie americana creada por Jenji Kohan para Showtime nos desvela la vida de los Botwin tras la muerte del padre de familia. La madre, Nancy (Mary-Louise Parker) decide dedicarse a la venta de marihuana para poder conservar la casa que tiene en Agrestic, un barrio residencial de clase media, donde vive con sus hijos Shane (Alexander Gould) y Silas (Hunter Parrish). Vamos lo típico, que no llegas a fin de mes, pues a traficar un poquito, que eso deja buenas rentas…todo sea por seguir viviendo en mi chalecito de dos plantas con piscina, que eso de un apartamento es muy duro.

A lo largo de las seis temporadas, los personajes secundarios han pasado por tantos estados (y no hablamos de estados americanos) que parece que hayan perdido su esencia y es difícil saber qué papel juegan en la serie. Nos quedamos con Doug Wilson (Kevin Nealon), que es un concejal de Agrestic enganchado a la hierba y con la mentalidad de un niño. También sobresale Andrew Botwin (Justin Kirk), el cuñado de Nancy, que está continuamente metiéndose en líos e intentando salir de ellos lo mejor posible.

Una terna de personajes, como se ve a lo largo de la serie, llevados al extremo, en los que podemos ver cómo nadie es lo que aparenta. La dulce ama de casa, que poco a poco va dejando su dulzura a la vez que va acortando el largo de su falda y que es adicta…pero al café. El inocente niño pequeño que superado por las circunstancias familiares va teniendo cada día más cara de psicópata. La vecina estirada y perfecta que a golpes de la vida va agriando su carácter. Parece que las cosas están cambiando al otro lado del charco y van aceptando planteamientos más liberales.

Durante las tres primeras temporadas, que desde nuestro punto de vista son las mejores, el comienzo de la serie iba acompañado de una versión diferente cada día de la canción “Little boxes”, que le daba un punto distinto a la cabecera. De repente dejaron de hacerlo ¿no encontraban más versiones?

Arranca ahora la séptima temporada en estados unidos, así que esperemos a ver qué nivel deciden darle a la serie, si la hunden del todo o vuelven a crear algo de interés entre sus seguidores.

¿Echan humo vuestras cabezas?


jueves, 30 de junio de 2011

Lagarto, lagarto

Bienvenidos un día más, mis queridos supersticiosos. Reuníos ante esta pantalla vosotros que no pasáis por debajo de una escalera, los que se ponen blancos si se les cruza un gato negro, los que tiran la sal por encima del hombro sin saber si le ha caído en los ojos a una pobre anciana haciendo que le roben el bolso…¡Lagarto, lagarto! Pero no, una vez más los tiros no van por donde pensabais, esta vez los lagartos de los que hablamos se han puesto la careta de látex y son como nosotros, son, claro, los lagartos de V.

Porque desde que Cocodrilo Dundee nos enseñara a perder el miedo a esos reptiles, los lagartos que más me han asustado hasta ahora no viven en terrarios, ni siquiera viven cosidos a una camisa o polo en El Corte Inglés (aunque esos sí que dan miedo, pero cuando miras los precios), no, están viviendo entre nosotros, pequeños seres bondadosos…¿qué? ¡no! ¡esos son los Diminutos! Perdonad, que el calor reblandece el cerebro, donde viven es en unas naves gigantes encima de las ciudades más importantes del mundo (vamos como si fueran la boina de contaminación).

Esta nueva V creada por Scott Peters para la ABC es, como no, un remake de la serie ochentena del mismo nombre, pero venida a menos. Se acabaron aquellos trajes colorados con hombreras, esos peinados llenos de laca de las mujeres protagonistas, esas pistolas estrambóticas y esos efectos especiales a la hora de alimentarse los lagartos. Ahora es todo más cool y más refinado, aunque la historia sigue siendo la misma, los visitantes se quieren apoderar de la Tierra, aunque los humanos no se dan cuenta, bueno algunos sí, los que forman la resistencia.

Nada tiene que ver la nueva líder de los extraterrestres, Anna (Morena Baccarin), con la maravillosa Diana de la miniserie original, aunque una vez que te acostumbras y según avanzan los capítulos tiene su punto. Además el lagarto bueno esta vez es Ryan Nichols (Morris Chestnut), que no tiene comparación con Robert Englund. Otros personajes principales son Erica Evans (Elizabeth Mitchell) que es la agente del FBI que lidera la resistencia (Quinta Columna), Kyle Hobbes (Charles Mesure) un terrorista que les ayuda a luchar contra los invasores o Jack Landry (Joel Gretsch), el cura de la resistencia.

El paso de los años y los avances en los efectos especiales, nos hacían esperar que esta nueva entrega nos dejara patidifusos con los bichos y sus costumbres, pero aparte de algún aguijón que otro y unos huevos sin eclosionar, nos seguimos quedando con la apertura imposible de boca de antaño para engullir una pobre rata o cobaya.

En definitiva, una serie que para intentar sobrevivir tuvo que contratar a Jane Badler (Diana) como golpe de efecto, pero que sucumbió a la audiencia y fue cancelada al finalizar la segunda temporada. Había que intentarlo pensarán algunos…¿o no?

¿Eres un visitante?

miércoles, 22 de junio de 2011

Abracadabra

Bienvenidos de nuevo, amigos de lo esotérico a este aquelarre. Aunque no os vamos a lanzar un conjuro, ni a haceros vudú ni nada por el estilo, más os vale seguir leyendo u os ponemos dos velas negras ¡control! Este post está dedicado a lo fantástico, a lo sorprendente (y no hablamos de Lady Gaga ni cosas raras). Nos referimos al mundo de la magia, en el que el referente desde el principio de los tiempos es el Mago Merlín (Merlín).

Y es que hay muchos tipos de magos entre nosotros, están los magos del balón como Ronaldo o Messi, los Reyes Magos (como Toys R us o El Corte Inglés), o los más mundanos y conocidos como el genial Houdini, el impresionante Copperfield o el intrigante Tamaríz con su violín imaginario tiarará… pero los que más nos asombran son esos magos que consiguen comprarse una casa hoy en día ¡eso sí que es un truco!

Pero volviendo al mago Merlín, esta serie británica producida por la BBC y basada en la leyenda Artúrica, nos narra las venturas y desventuras del propio mago y el Príncipe Arturo, aunque relatado desde el universo teen (adolescente, vamos, de los chavales más jóvenes). Así que os podéis ir olvidando de las largas barbas y el gorro de punta del hechicero (a lo David el Gnomo), ya que está interpretado por un chaval en la veintena de edad (Colin Morgan). Esto hace de ella una serie familiar para todos los públicos, que es bastante entretenida de ver.

Centrado en un Camelot bajo el reinado de Uther Pendragon (Anthony Head), que aborrece la magia, el joven Merlín llega a la ciudad para vivir con el anciano médico de la corte, Gaius (Richard Wilson) y termina consiguiendo trabajo como lacayo del príncipe. La trama no tiene mayor misterio que el propio de la magia y la necesidad de Merlín de mantener en secreto sus poderes. Infinidad de situaciones se suceden a lo largo de la serie en las que la vida de Arturo (Bradley James) correrá peligro y que gracias a las artes del mago se convertirán en anecdóticas aventuras. Junto a ellos veremos a Lady Morgana (Katie McGrath), la ahijada del rey y su sirvienta Guinevere (Angel Coulby).

Dentro de esta terna de actores jóvenes y desconocidos, nos sorprende la aparición de John Hurt como la voz del Dragón. Por ello recomendamos que se vea la serie en V.O. Ha tenido gran éxito de público en las islas (las británicas, en la de Lost no tanto), así que están grabando ya su cuarta temporada con más Trolls, gnomos, duendes, brujos, hechiceros y demás personajes dignos de cualquier fiesta Marbellí que se precie.

¿Algún truco en la manga?

viernes, 17 de junio de 2011

La bolsa o la vida

Tranquila muchachada que esto no es un atraco. Hablamos de La Bolsa, esa organización privada en la que millones de personas se dejan los millones en la compra y venta de valores a lo ancho y largo de este mundo. Y tranquilos que no, Ser o no Serie no se ha convertido en un blog economista, pero es que nos viene bien el ejemplo. Nos explicamos, La Bolsa nos quita los cuartos, es decir nos “descuartiza”, y quién va a saber más de bolsas y de descuartizar que nuestro querido forense televisivo Dexter Morgan (Michael C. Hall). Claro que sí, hablemos de Dexter.

Muchos usos se le han dado a las bolsas de plástico desde su creación. Hay personas mayores que las usan a modo de parapeto contra la lluvia poniéndoselas en la cabeza como si fueran pitufos, los hay que las utilizan para guardar fajos de billetes en el baño de su casa, otros simplemente las llenan de botellas y se van a un parque a darse un homenaje, pero eso de meter cachitos de personas dentro no entraba en los planes de sus creadores, esperemos.

Pues bien, Dexter es de estos últimos. Un hombre tranquilo, experto en análisis de salpicaduras de sangre (¿hay un título para eso?) que trabaja para la policía de Miami. Pero cuando llega a casa, no, no se toma un capuchino, se convierte en asesino en serie y va matando a criminales que, de una manera u otra, se han librado de pagar su pena. Toda esta vorágine asesina le viene de casta al galgo, ya que cuando era pequeño se dio un baño en la sangre de su madre gracias a unos maleantes que la mataron. Entonces le adopta un policía, Harry Morgan (James Remar), que ve que no puede evitar la sed de sangre de su hijo, así que le enseña un código y un modus operandi para que no le pillen cuando mate (si no puedes con el enemigo, únete a él, pensaría el Harry este).

Dexter no es muy bueno demostrando sus sentimientos (excepto cuando se trata de matar, claro), pero intenta llevar una vida normal. Tiene engañados a su hermana Debora Morgan (Jennifer Carpenter), a sus compañeros de comisaría e incluso a su novia-mujer Rita Bennet (Julie Benz) e hijos-hijastros. Así pues, como buen mentiroso profesional que es, siempre consigue buscar una excusa para escabullirse y dedicarse a su hobbie (que ya podía coleccionar mariposas el chico, pero no, ale a matar).

Muy buenos personajes secundarios le acompañan a a lo largo de las ya cinco temporadas (la sexta en breve). De ellos destacamos a Vince Masuka (C. S. Lee) compañero forense de Dexter, un pervertido freak que deja bastantes momentos de humor. Pero mención a parte tienen los malos en esta serie, a cada cual mejor que el anterior. Desde el “Asesino del camión de hielo” , pasando pòr Jordan Chase, hasta, para nosotros el mejor de todos, Trinity, es decir Arthur Mitchell (John Lithgow)

En definitiva una muy interesante serie la creada por James Manos Jr. (está basada en la novela El oscuro pasajero de Jeff Lindsay y parte de la trama de la secuela, Querido Dexter), que recomendamos veáis en V.O. y que a pesar de tener un pequeño bajón al principio de la quinta temporada, consigue remontar el vuelo y ponerse a la altura a la que nos había acostumbrado. Y una última nota, Michael C. Hall parece totalmente recuperado y en plena forma tras superar felizmente un cáncer en 2010. Nos alegramos.

¿Esta noche es la noche?


miércoles, 15 de junio de 2011

Vicio

Parece que he captado  vuestra atención, bribones, y es que todo lo que tenga que ver con el vicio nos atrae como la miel a las moscas. Desde los pequeños e inocentes (como el chocolate) hasta los más grandes y ocultos (como el chocolate también, pero del que más le gusta a Melendi, claro), nuestra vida está rodeada por él. Estamos siendo constantemente tentados por nuestro propio Mefistófeles (nosotros hasta le hemos comprado un pisito aquí cerca porque viene muchas veces), y no tenemos fuerza de voluntad para negarnos. Uno de los que más fácilmente lo ha aceptado ha sido el escritor Hank Moody (David Duchovny) en la serie Californication.

Esta serie nos atrapa con un principio de primera temporada memorable (recordad la escena con la monja…) que marca la línea que va a seguir esta creación de la cadena Showtime. Nos va a contar la vida de Hank, un famoso novelista americano, que se muda a Nueva York con su hija Rebecca "Becca" Moody (Madeleine Martin) y su mujer Karen Van Der Beek (Natascha McElhone) cuando deciden llevar una de sus novelas al cine. Hank, que piensa que la adaptación es una basura empieza a llevar una vida llena de vicios que es difícil de combinar con las labores de padre (que se lo digan a Belén Esteban).

Esta vida de escritor tan típica, cayendo en los brazos del alcohol, las drogas y el sexo (qué original si esto ya lo hacían Bob Marley, The Beatles o Sanchez Dragó) es la línea por la que camina el personaje principal. Las dos caras de Hank, el inmaduro con ganas de vivir la vida a tope (a lo Ricardito Bofill por ejemplo) y el tierno padre y esposo que se desvive por sus hijas, hacen de ésta una serie interesante llevada al extremo de la comedia. Eso sí, los capítulos van poco a poco convirtiéndose en más de lo mismo, llegando a hacer que la serie se diluya.

Duchovny se rodea de varios y muy interesantes personajes secundarios. Desde nuestro punto de vista Karen, su mujer, es uno de los mejores por ese amor-odio que desarrolla de manera brillante durante todas las temporadas. Pero si hablamos de personajes extremos nos debemos fijar en Charlie Runkle (Evan Handler) que es su agente, un pequeño pervertido que no para de meterse en situaciones hilarantes. Charlie está casado con Marci Runkle (Pamela Adlon) que además es amiga íntima de Karen. Es una mujer que abraza sin descaro el sexo, las drogas y el alcohol, muy presentes en toda la serie y sus personajes.

Digna de mención es la segunda temporada en la que tiene que escribir las memorias de Lew Ashby (Callum Keith Rennie). Las continuas visitas a su casa acrecientan esa espiral de mala vida que lleva Hank. También merece un comentario uno de los personajes principales más importantes, Mia Gross (Madeline Zima) una adolescente buscona que se la lía a Moody tras una noche de locura y puñetazo.

Como dato curioso, las referencias musicales de la serie son múltiples, empezando por el propio título. Podemos ver como los nombres de muchos de los capítulos son títulos de canciones. Cuatro temporadas completas y ya han firmado una quinta, lo que quiere decir que éxito no le falta. Veamos si consiguen mantener o incluso levantar un poco el nivel de las últimas.

¿Algún vicio que confesar?

lunes, 13 de junio de 2011

Aunque la mona se vista de seda

A pesar del gran cariño que tenemos a los primates, no va de monos la cosa, al menos no de los animalicos (que nos perdonen los Chorongo). Eso sí, pongámonos el mono de trabajo y al turrón, que mucho tiene que ver la indumentaria en este escrito. Porque, aunque el hábito no hace al monje, hay monjes con muy malos hábitos donde habitamos. Pero dejando los trapos sucios y volviendo a los de vestir, trajes hay muchos, los tienes de luces (no, los de Paco Clavel no), también de payaso (y dale con Paco Clavel), trajes al estilo Camps o trajes de rayas (con su cadena y su bola incluida). Y así de fácil (como en la vida misma) pasa del pijama rayado al Armani Neal Caffrey (Matt Bomer), protagonista de la serie White Collar (Ladrón de guante blanco).

Muchos son los amigos de lo ajeno que portan esta vestimenta. Los trajes multibolsillo son los más útiles para este fin, ya que hay más sitio donde guardar los billetes, así no tienen que guardarlo en las siempre incómodas bolsas de basura. Aunque por aquí somos más tradicionales y nos inclinamos por las bolsas de saco con el símbolo del dólar, que son muy aparentes oye. Porque de guante blanco o calcetín ejecutivo, ladrones hay muchos y reconocibles por su bronceado, gafas de sol, bigotazo o amplia sonrisa, además, como no, de por su traje.

Pero no nos desviemos del tema, que no es otro que la una nueva serie policiaca en la parrilla. Un falsificador y estafador, Neal Caffrey, tras ser capturado por el agente especial del FBI Peter Burke (Tim Dekay) consigue hacer un pacto para colaborar en la detención de sus otrora colegas de fechorías, y todo por el amor de una mujer (como diría Bustamante). Con su tobillera GPS para estar localizado, consigue establecerse en casa de una acaudalada viuda que le proporciona gran cantidad de trajes y complementos de lo más cool. ¿Conseguirá el ladrón quitarse sus malos hábitos? Viendo los capítulos de esta serie creada por Jeff Eastin, nos viene a la mente la serie de dibujos Lupin, aunque en este caso el caco no está libre.

Pocos pero interesantes son los secundarios como Mozzie (Willie Garson), estrafalario estafador que acompaña a Neal desde la clandestinidad, o Elizabeth Burke (Tiffani Thiesen), la mujer del agente Burke, que se hace amiguita de los ladronzuelos a pesar de los reparos de su esposo. Dos temporadas acabadas que bien se pueden ver en V.O., sin desmerecer el doblaje al Español, y que entretienen mucho más con la trama de cada capítulo y la planificación en los robos, que con la trama principal de la cajita de música.

¿Os han echado el guante?


viernes, 10 de junio de 2011

Cuarto trastero

Amantes del almacenaje compulsivo, coleccionistas de objetos inservibles, recolectores de trastos viejos este es vuestro post. Porque aunque ya las casas no dispongan de cuarto trastero (algunas viviendas son de por sí uno), aún tenemos sitio en nuestro hogar para amontonar esa lámpara que alguien ha tirado, pero que está como nueva, ese secador de pelo de peluquería que han osado dejar junto al contenedor o esa colección de postales de pelucas victorianas que inexplicablemente alguien no quiere…y es que el guardar es un arte, y si no que se lo pregunten a Arthur "Artie" Nielsen (Saul Rubinek), el jefe de Warehouse 13 (Almacén 13).

Pero aunque eso de recoger cosas de la calle se va aprendiendo con la edad, las nuevas generaciones ya desarrollan un nuevo estilo, el almacenaje digital, para guardar por ejemplo todas las series de las que os hablan los locos de Ser o no Serie, claro. Ahora con las cámaras de fotos podemos tirar cientos de ellas ¿qué es eso de los carretes de 36? ¡Antiguos! Porque en el fondo nos mola acumular posesiones valiosísimas como por ejemplo las entradas de los partidos de fútbol, los billetes usados de metro, las cajas de cualquier cosa que compremos… ¡objetos fundamentales en nuestra existencia!

Lo que pasa es que en esta serie estadounidense de ciencia ficción creada por Jane Spenson y D. Brent Mote, los agentes Peter Lattimer (Eddie McClintock) y Myka Bering (Joanne Kelly), deben custodiar un almacén del gobierno repleto de objetos sobrenaturales de todas las épocas de la historia. De un día para otro Peter y Myka son llamados por los altos cargos de la inteligencia USA a un lugar recóndito donde aparentemente no hay nada. Pero ante ellos surge el almacén, y pronto se encuentran en misiones surrealistas en las que irán recogiendo todos los objetos que faltan e investigando los que desaparecen.

Sin grandes propuestas argumentales, esta serie es perfecta para pasar el rato y asombrarse con los mágicos poderes que otorgan los guionistas a objetos que han pertenecido a gente de renombre (nos preguntamos si estará el teléfono de Gila). Como sugiere su nombre, y nos explican en la serie (menos mal, que majos) este almacén es el trece porque ya ha habido otros doce…así que luego no nos digan a nosotros que si lo guardamos todo, porque esta gente se lleva la palma.

Destacamos entre los secundarios a Claudia Donovan (Allison Scagliotti-Smith) una joven experta informática, ayudante de Artie que da un toque fresco a la serie, y también a James MacPherson (Roger Rees) que es un antiguo agente del almacén y que juega a varias bandas. Como curiosidad, en la segunda temporada se unieron lazos con la serie Eureka (ya hablaremos de ella) con la que colaboraron en un capítulo intercambiando personajes. Un acierto.

¿Os estáis guardando algo?


miércoles, 8 de junio de 2011

Toma tomate

¡Tómalo, iaiao! Con esta alegre cancioncilla de juego infantil abrimos un nuevo capítulo de este blog. Y es que, queridos amigos, el tomate es una hortaliza maravillosa de color rojo intenso que nos da mucha alegría. Hay muchos tomates, claro, como los tomatitos Cherry, el propio Tomatito o los tomates de los calcetines, pero todos nos aportan algo. Y es que ¿hay cosa más sosa que un zumo de tomate? ¡Échale un poco de vodka, hombre! Y te alegras el alma. Por cierto ¿quiénes eran los que bebían ese zumo de tomate?...¡Ah, sí! Los de True Blood (Sangre fresca), claro. ¡Un zumito V por favor!

Y es que toda la vida se ha utilizado salsa de tomate para imitar la sangre que corre por nuestras venas (aunque para los de sangre azul ¿Qué usan? ¿Blue Tropic?). Eso nos lleva a pensar la cantidad de litros que se habrá bebido Bela Lugosi, por ejemplo, aunque más que zumo, probablemente sería Bloody Mary. Todo sea por dar credibilidad a los chupasangres. Porque los vampiros han vuelto con nosotros y, para no molestar, ya no nos muerden el cuello, que majos, ahora tienen su propia birra vampírica: True Blood.

Un pueblo perdido de la mano de Dios, un bar de carretera lúgubre (bar, ¿eh? No empecemos a pensar mal, que no hay luces rojas), una camarera rubia, Sookie Stackhouse (Anna Paquin), enseñando carne, que atraviesa el bosque sola. Una sombra que se mueve a toda velocidad. ¡Joder qué intriga! Pues sí, así, grosso modo fue en sus comienzos esta serie que devolvía a los vampiros a nuestros televisores.

Pero estos vampiros descafeinados se han dado a conocer a todo el mundo y conviven con los humanos, a pesar de unos y de otros (también hay algún que otro chupasangre en nuestra sociedad y les dejamos ¿no?). Para mantener la convivencia han creado una bebida que simula a la sangre para poder ¿vivir? (¿no están muertos?). Serie plagada de sorpresas (quizás demasiadas según avanzan las temporadas) que nos presenta a Sookie, con poderes telepáticos, entre otros, que se enamora del vampiro Bill Comptom (Stephen Moyer), que tiene más años que Marujita y Fraga juntos, y que es un buenazo el mozo. La trama gira en torno a la parejita y las “mil y una noches” (claro, él es vampiro) de jaleo que tendrán que pasar.

Hombres lobo, Ménades, telépatas, cambia-formas, pipas, chicles, cacahuetes…perdón el lapsus, pero es que ya no saben que más meter para dar un nuevo giro al argumento. La serie creada por Alan Ball y basada en los libros de Charlaine Harris está muy bien ambientada recreando lugares oscuros muy apropiados para la historia. Sangre, sexo, violencia e incluso fe se dan cita a lo largo de las ya tres temporadas completas (van a por la cuarta). Quizás de los personajes secundarios podríamos salvar al vampiro rubio Eric Northman (Alexander Skarsgård) o al detective Andy Bellefleur (Chris Bauer).

¿Se os ha helado la sangre?


PD: Muy interesante la canción del opening de la serie “Bad Things” de Jace Everett