Amantes del botox, apasionados de la silicona, genios del maquillaje y de la laca, ya podéis ir olvidándoos porque este post no tiene nada que ver con la moda ni la estética. Hablamos de ese cambio de personalidad, de forma de actuar que te provocan ciertas circunstancias en tu vida. Ese tránsito al lado más oscuro de nuestra psique acelerado por un cúmulo de circunstancias retorcidas. ¿Quién puede ser el máximo exponente de este cambio? ¿Darth Vader? ¿Michael Corleone? ¿Bob Esponja?... ¡No! En este caso nos referimos a Walter White (Bryan Cranston), protagonista de Breaking Bad.
Varios son los caminos que te pueden llevar al lado oscuro, que se lo digan al Dioni, pero cuando uno tiene el cenizo encima no se le puede hacer nada ¿o sí? Porque hay diversas formas de afrontar una mala noticia, puedes hundirte y llorar en un hombro amigo (es preferible que el hombro vaya acompañado del resto del cuerpo), puedes tomártelo con humor y reír nerviosamente como un loco, o puedes optar por seguir el lado más radical de tu ser.
La vida transcurre tranquila para un profesor de química de un pequeño instituto de EEUU. Tiene un hijo discapacitado, Walter White Jr. (RJ Mitte). Su mujer, Skyler Walter (Anna Gunn) está embarazada y la economía empieza a apretar un poco. Todo más o menos normal hasta que a Walter le diagnostican un cáncer de pulmón terminal. ¿Cómo conseguir dinero para el tratamiento? ¡A delinquir se ha dicho! Y con la ayuda de su exalumno Jesse Pinkman (Aaron Paul) monta un laboratorio de metanfetamina, que gracias a sus conocimientos químicos hará funcionar rápidamente.
Una autocaravana en medio del desierto, dos cuerpos inconscientes dentro de ella, un personaje en calzoncillos y con máscara de gas la conduce histéricamente. Un golpe. Una pistola. Así da comienzo el primer capítulo, dejando al espectador sin habla y con ganas de saber qué narices está pasando ahí.
Brillante serie creada por Vince Gilligan, que ha recibido varios premios en gran parte por la soberbia actuación de Bryan Cranston (el padre de Malcom in the middle, por cierto). No se puede dejar de lado la gran aportación de los secundarios Hank Schrader (Dean Norris), cuñado de Walter y agente de la DEA (agencia antidrogas norteamericana) o de Gustavo "Gus" Fring "Señor de los Pollos" (Giancarlo Esposito) el mayor distribuidor de metanfetamina de Nuevo México.
PD: Geniales los Cuates de Sinaloa con su “narcocorrido” llamado Negro y Azul.
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